Hace unos días paseaba tranquilamente por un centro comercial cuando me dio por conectarme a Internet con el móvil. Encendí el móvil, active el modo Wi-Fi y esperé a que aparecieran en la pantalla el nombre de las redes cercanas.
Cuando por fin se cargaron todas, busqué una a una alguna que no estuviera protegida con contraseña. Y la encontré. Y quedé petrificado al leer su nombre:
Mani Bar.
¡Mani Bar!
¡Hay un bar con mi nombre! Como si de un concursante de La noche de los castillos me tratara, corrí de un lado a otro en busca de aquel local abierto en mi honor.
En el piso inferior no estaba, así que subí las escaleras. Allí tampoco lo vi, y cuando estaba a punto de darme por vencido, lo vi:
Mani bar ¬¬ |
¡Era una barra de manicura! Mi gozo en un pozo, mejor no se lo cuento a nadie...
1 comentario:
jajajajaja
MANIIIIIIIIIIII
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