jueves, 2 de septiembre de 2010

De masajes y carreras

El jueves fui a cortarme el pelo. Como ya va siendo costumbre, lo hice en una peluquería femenina, y, lo siento por la expresión pero, ¡joder hermano, si eres hombre vete a una peluquería de tías! Aún sueño con el masaje que me dieron... uhmm...

En una peluquería de chicos (o debería decir: al menos en las que yo he ido), simplemente te sientas, te cortan el pelo, pagas y te vas.

En una de chicas no. Primero te tumbas en un asiento acolchado que solo con tocarlo te entra la modorra, y te ponen la cabeza en una especie de lavabo ergonómico en el que tu cabeza encaja perfectamente mientras te la lavan (la cabeza) y con un poco de suerte también te la masajean (también la cabeza). Solo el masaje ya vale la pena :)

La única pega es que las peluqueras húngaras no dan mucha conversación y cuando intentan hablar vocalizan raro y no se les entiende. Pero da igual, el masaje es el masaje, y tú has ido allí solo para eso, que lo sabemos todos.

La siguiente foto se la dedico a Gus, que lleva pidiéndome una muestra gráfica del resultado desde hace dos días, bombardeando mi cuenta de correo y de Twitter y mandándome SMS amenazadores al móvil. Ahí tienes, muchacho:


Bonus track:

Después por la tarde tuve que ir a un ciber a imprimir los temarios de unas asignaturas. El sitio en cuestión está a unos 15 minutos andando, y también hay un autobús que te deja prácticamente en la puerta. Me parece que incluso en el cartel del autobús, donde indican la ruta pone "Casa-Ciber".

Según salgo del portal, veo el autobús a 20 metros de mi, dispuesto a salir. Aligero el paso, no vaya a ser que se vaya, y no quiero esperar al siguiente. Cuando estoy a 15 metros, empiezan a sonar las sirenas que indican que las puertas están a punto de cerrarse, así que salgo disparado al bus. A 5 metros, las puertas se cierran. A 0 metros, el autobús arranca.

Cagoentó.

Uhm... sé dónde es la primera parada, y sé que andando el camino es mucho más corto que en autobús, así que decido correr a ella y montarme allí. Así que me pongo pies a la obra, corriendo como un cosaco para llegar a la estación. Al cruzar la última esquina, veo que el autobús está ya allí, y oigo la sirena. Intento un último sprint, pero no me da tiempo. Lo único que pienso es que espero que los del asiento de atrás no me hayan visto correr hacia el bus en dos paradas consecutivas...

Pero no me rindo. La siguiente parada está solo a una manzana de allí, y el semáforo está en rojo para el tráfico y en verde para peatones, así que me da tiempo FIJO.

Pues no, no dio tiempo.

Mi orgullo estaba herido, y los del asiento de atrás tenían ya el vídeo que revolucionaría Youtube: "El tío que intentó coger el mismo bus en tres paradas seguidas". Así que me propuse mi último reto: llegar al ciber antes que el bus.

Me sabía de memoria el recorrido y sus paradas (puntos rojos. Los dos primeros son la segunda y tercera parada), y también conocía un atajo por una zona peatonal donde no había semáforos (recorrido verde).
Así que corrí, corrí, corrí y corrí... y no le gané. Pero tampoco perdí, porque llegamos al ciber en el mismo exacto momento. Para mi eso era una victoria, así que alcé mis sudorosos brazos y grité un "¡¡TOMA YA!!" que nadie entendió.

5 comentarios:

regalizrojo dijo...

Jajajajaja...

:')

Ains, qué bueno, por favor...

Anónimo dijo...

¡Mantxi grande!

Jó szerencse Magyarországon

ondo izan

Leirash.

wapm dijo...

Köszönöm Leirash!

Alatz dijo...

Edward: "Hey....look at that darling....a poor stupid spanish guy is following our bus like a dog....Jo, jo, jo, jo"

Margaret: "Ju,ju,ju,ju....oh Edward...how funny is watching at him from our comfortable bus"

wapm dijo...

Sí, porque Edward y Margaret son los nombres más típicos de Hungría xDDD
Pero sí, la conversación fue algo así, que se lo leí en los labios de húngaros.